Sierra de la rata coahuila
1Universidad Autónoma de Tamaulipas, Facultad de Ingeniería y Ciencias, Centro Universitario Adolfo López Mateos, Ciudad Victoria, Ciudad Victoria México.2Instituto de Ecología Aplicada, Universidad Autónoma de Tamaulipas, División del Golfo, Col. Libertad, Ciudad Victoria, Tamaulipas, México.
La subfamilia Spiranthinae es el linaje de orquídeas terrestres neotropicales más diverso del mundo. Incluye aproximadamente 500 especies y 40 géneros, de los cuales Dichromanthus Garay comprende cuatro especies, una de las cuales es D. cinnabarinus [1 , 2]. La especie está ampliamente distribuida en América, desde el sur de Estados Unidos hasta Guatemala, pasando por México. Se distribuye generalmente en ambientes xerófilos con suelos rocosos en diversos tipos de vegetación que van desde bosques de pino-encino, bosques tropicales caducifolios e incluso en algunos matorrales rosetófilos y pastizales con enebro [3].
En México, esta especie se ha registrado en gran parte del territorio, particularmente en el noreste de México [3], que incluye los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Estos estados, desde una perspectiva biogeográfica, se encuentran en la región del desierto de Chihuahua y en transición con la Sierra Madre Oriental. Entre los estudios florísticos y de vegetación que se han realizado en esta región y que han registrado a D. cinnabarinus se encuentra el trabajo de Villareal-Quintanilla et al. [4], quienes estudiaron comunidades de pino piñonero (Pinus pinceana Gordon) y registraron a esta especie como parte de la flora asociada. Encina-Domínguez et al. [5 – 7] estudiaron las comunidades vegetales de la Sierra de Zapalinamé en Saltillo, Coahuila, y registraron la especie como característica de la región. Asimismo, Estrada et al. [8] realizaron un estudio enfocado a identificar especies con diferentes usos tradicionales en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, Nuevo León, donde la registraron como especie silvestre en un bosque de encino.
Sierra de zapalinamé historia
Interés por aumentar los fondos para la gestión de la Reserva de la Sierra de Zapalinamé. Esta zona montañosa es la principal fuente de agua de la ciudad de Saltillo y las amenazas ambientales que afectan a la reserva montañosa en general pueden afectar también a la calidad y cantidad del agua en el futuro (por ejemplo, la expansión de las zonas urbanas en el área de amortiguación de la reserva, los cambios en el uso del suelo, los incendios forestales).
El Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) y varios programas estatales y nacionales como el esquema nacional de Pagos por Servicios Hidrológicos y el Programa Nacional de Reforestación (Comisión Forestal de México -CONAFOR).
Cuotas voluntarias de usuarios- Los usuarios del agua de Saltillo contribuyen con una cuota voluntaria para la conservación de la Reserva y los servicios de protección del agua que ofrece. Se cobra con la factura del servicio de agua (Aguas de Saltillo-Agsal) y los fondos se transfieren a la ONG ProFauna para financiar la gestión de la reserva y los proyectos comunitarios.
El importe de las contribuciones varía entre 1 y 1.000 pesos mexicanos: El 88% de los usuarios paga menos de 6 pesos al mes, mientras que sólo el 2% paga 15 o más (una persona que se dedica a embotellar agua paga 1.000 pesos al mes).
Mountain range of mexico
The Sierra de Zapalinamé is a mountain range in the municipalities of Saltillo and Arteaga, state of Coahuila, Mexico; it is made up of 27 351,189 ha of mountain range and 58 324,577 ha of intermontane valleys, within the Zapalinamé Sierra Ecological Conservation Area and is part of the Sierra Madre Oriental; it is represented in the municipal coat of arms of Arteaga.[1] The Sierra de Zapalinamé is a mountain range in the municipalities of Saltillo and Arteaga, Coahuila, Mexico.
Most of the Sierra is located in the Bravo-Conchos Hydrological Region and a smaller portion in the El Salado Hydrological Region. Water infiltration into the subsoil is intense, allowing the formation of springs at the foot of the sierra; in addition, surface runoff ranges from 10 to 50 mm per year.
All of the above is evidence of the richness, integrity, and ecosystemic specificity of the Sierra de Zapalinamé, which are also characteristics represented by its scenic beauty, its potential for research, its historical importance, and the environmental services it provides, especially to the city of Saltillo.
Fauna de saltillo
Los registros del herbario y de la literatura produjeron una lista de 420 especies para el estado de Hidalgo (Tablas 1, 2). La curva de acumulación de especies sugiere que la flora de musgos del estado de Hidalgo debe contener alrededor de 476 especies, como lo indica la asíntota (Fig. 1). Dado que se ha documentado la presencia de 355 especies, el nivel de completitud de la flora en estudio es de 74.5%. Sin embargo, en el cálculo no se han tenido en cuenta las variedades reconocidas para varias especies, por lo que el número real de taxones sería de 371 (Tabla 1). Sharp et al. (1994) registraron 49 taxones adicionales (Tabla 2) que estaban representados en colecciones de herbarios de otras partes del mundo y que se espera que complementen las existencias en MEXU. Esto significa que todavía hay 56 Figura 2. La diversidad conocida se da para cada celda de 5 minutos de latitud/longitud. Las lecturas se hicieron
en el antiguo lago. La determinación de los vertebrados también ofrecerá información sobre la vegetación y las condiciones climáticas regionales alrededor del paleolago Irritila. El tamaño del paleolago implica que, entre otros factores climáticos, las intensas precipitaciones afectaron a la región de la Laguna durante el Pleistoceno tardío. Además, la distribución moderna de la mayoría de las especies encontradas en las dunas de Acatita y Bilbao muestran que el norte de México estuvo sujeto a condiciones frío-húmedas en esta época. La presencia de sedimentos fluviales formando “canales de grava” cerca de las dunas concuerda con nuestra interpretación preliminar. Estos “canales de grava”, aún no datados, contienen una fauna similar a la de las dunas. Interpretamos estos depósitos como desbordamientos de ríos debidos a fuertes precipitaciones. Se ha informado de la existencia de “canales de grava” y “canales de arena” similares alrededor de las dunas de la cuenca de Boneville, Utah, Estados Unidos, datados después de 12500 y antes de 11000 años 14C antes de Cristo (Oviatt et al., 2003). Cronológicamente, estos rasgos se correlacionan con nuestra edad estimada para las gravas de Acatita. Las evidencias paleoclimáticas del suroeste americano y del norte de México indican que la región se volvió más cálida y seca a lo largo del Holoceno (resumen exhaustivo en: Ortega- Ramírez et al., 2003). Muchos de los otros cuerpos de agua en la región del desierto chihuahuense y sonorense tienen una evolución similar (Palacios-Fest et al., 2002; Palacios-Fest, 2008).