Estructura de la abeja melífera
Todos sabemos que las abejas fabrican miel, pero ¿cuántos de nosotros entendemos realmente el funcionamiento interno de una colmena? Las abejas de la miel son criaturas fascinantes que viven en enormes colonias con complejas estructuras sociales. Y eso antes de entrar en la magia de convertir el néctar en miel.
Si es apicultor o está pensando en serlo, averiguar más cosas sobre sus diminutas abejas no sólo es interesante, sino esencial. Cuanto más sepa sobre la estructura social y la biología de las abejas, más fácil será entenderlas y manejarlas.
Apis Mellifera es el nombre científico de lo que comúnmente llamamos abeja de la miel. Esta especie es una de las cuatro abejas productoras de miel, y es el principal tipo cultivado por los humanos. Se cree que se originó en el este de África, pero la abeja de la miel se extendió por Europa y Asia por sí sola. Cuando los humanos se involucraron y empezaron a cultivar colmenas, la especie acabó extendiéndose por todo el mundo.
Como todos los insectos, la abeja tiene seis patas y un cuerpo segmentado. Tiene dos pares de alas y antenas que sobresalen de la cabeza. Entre las antenas hay tres ojos simples y dos ojos compuestos más grandes, que le ayudan a ver los colores y a identificar las flores para recoger el néctar. Las abejas obreras están diseñadas para la recolección de néctar y polen, con un segundo estómago de almacenamiento de néctar y cestas de polen en sus patas traseras.
¿Qué otros trabajos realizan las abejas obreras?
Cada una de nuestras colmenas tiene unas 50.000 abejas. Cada colmena tiene una reina y 100 abejas obreras por cada abeja zángano. El único trabajo de la reina es poner huevos y el del zángano es aparearse con la reina. Las abejas obreras se encargan de todo lo demás: recoger el néctar, vigilar la colmena y la miel, cuidar de la reina y las larvas, mantener la colmena limpia y producir miel.
La abeja reina La reina es como la diosa: su vida está comprometida con el servicio desinteresado al ser el centro reproductivo de la colmena. Pone todos los huevos (¡unos 1.500 al día!) y sólo sale de la colmena una vez en su vida para aparearse. Convertirse en abeja reina es una cuestión de suerte. Las reinas se convierten en reinas sólo porque como huevos tuvieron la suerte de ser puestos en celdas específicamente designadas para criar reinas. Entonces, son alimentadas con más “jalea real” (que contiene más miel y polen que la “jalea larval” que comen las obreras y los zánganos), lo que les permite crecer más que otras abejas hembras. Sin una reina, la vida en la colmena se vuelve caótica. Las abejas obreras buscan menos néctar y polen, y cuando lo hacen, llevan menos a la colmena. Cuando la reina muere (o si disminuye la producción de huevos), las abejas obreras vuelven a designar celdas reales y a criar nuevas reinas vírgenes.
Cómo colaboran las abejas
Todos sabemos que las abejas fabrican miel, pero ¿cuántos de nosotros entendemos realmente el funcionamiento interno de una colmena? Las abejas de la miel son criaturas fascinantes que viven en enormes colonias con complejas estructuras sociales. Y eso antes de entrar en la magia de convertir el néctar en miel.
Si usted es apicultor o está pensando en serlo, averiguar más cosas sobre sus minúsculas abejas no sólo es interesante, sino esencial. Cuanto más sepa sobre la estructura social y la biología de las abejas, más fácil será entenderlas y manejarlas.
Apis Mellifera es el nombre científico de lo que comúnmente llamamos abeja de la miel. Esta especie es una de las cuatro abejas productoras de miel, y es el principal tipo cultivado por los humanos. Se cree que se originó en el este de África, pero la abeja de la miel se extendió por Europa y Asia por sí sola. Cuando los humanos se involucraron y empezaron a cultivar colmenas, la especie acabó extendiéndose por todo el mundo.
Como todos los insectos, la abeja tiene seis patas y un cuerpo segmentado. Tiene dos pares de alas y antenas que sobresalen de la cabeza. Entre las antenas hay tres ojos simples y dos ojos compuestos más grandes, que le ayudan a ver los colores y a identificar las flores para recoger el néctar. Las abejas obreras están diseñadas para la recolección de néctar y polen, con un segundo estómago de almacenamiento de néctar y cestas de polen en sus patas traseras.
Ciclo vital de la abeja de la miel
Este artículo presenta el “modelo de la colmena” para la creación de equipos. Compara el trabajo de los equipos con el comportamiento de las abejas en una colmena. Puede ayudar a concienciar y comprender a las organizaciones y grupos comunitarios sobre la importancia de utilizar equipos y sobre lo que hace que un equipo tenga éxito. También puede aportar ideas para analizar el rendimiento de los equipos existentes.
Las abejas viven en colmenas con una clara organización social. Cada colmena tiene tres tipos de abejas, cada una con un trabajo distinto. La reina se encarga de poner los huevos, los zánganos macho de fecundarlos y las obreras de recoger el alimento y cuidar la colmena. Cada tipo de abeja está adaptado a su trabajo. Las obreras cambian sus funciones a medida que aumenta su edad. Empiezan por alimentar a las larvas, luego ventilan y refrescan la colmena abanicándola con sus alas, después limpian la colmena y finalmente salen a recolectar alimentos. Las abejas de diferentes edades realizan todas estas variadas tareas a la vez.
La otra tarea principal de las abejas obreras es atacar y, si es necesario, picar a los intrusos. Cuando la obrera utiliza su aguijón, normalmente se le arrancan las tripas y muere poco después. Su defensa es, por tanto, un acto de suicidio en el que sacrifica su vida por las demás abejas.