Gif de camuflaje de pulpo
Esto se comprobó experimentalmente en 2011 cuando los investigadores probaron si un pulpo podía aprender a guiar uno de sus brazos a través de un laberinto para alcanzar la comida. El laberinto se diseñó de forma que el brazo tuviera que salir del agua y, por tanto, no pudiera utilizar sus sensores químicos para encontrar la comida. Las paredes transparentes permitían al pulpo ver la comida. La mayoría de los pulpos lograron guiar su brazo hasta la comida, lo que demuestra que el cerebro central, que procesa la información visual, puede controlar el brazo.
Los pulpos tienen tantas neuronas como un perro: el pulpo común (Octopus vulgaris) tiene unos 500 millones. Alrededor de dos tercios se encuentran en sus brazos. El resto se encuentra en el cerebro en forma de rosquilla, que está envuelto en el esófago y situado en la cabeza del pulpo.
Los pulpos han demostrado su inteligencia de varias maneras, dice Jon. En los experimentos han resuelto laberintos y completado tareas complicadas para obtener recompensas de comida. También son expertos en entrar y salir de los contenedores”.
Comentarios
¿Cómo pueden los cuerpos blandos de los cefalópodos coleoides esconderse tan bien en su entorno? ¿Por qué deben hacerlo? ¿Qué células y órganos especializados hacen posible tal cripsis en uno de los grupos de animales más antiguos de la evolución?
Los cromatóforos son órganos presentes en la piel de muchos cefalópodos, como los calamares, las sepias y los pulpos, que contienen sacos de pigmento que se hacen más visibles a medida que pequeños músculos radiales tiran del saco para abrirlo haciendo que el pigmento se expanda bajo la piel. La actividad eléctrica dentro de un nervio del cromatóforo (Fig. 2, G) hace que las fibras musculares radiales del cromatóforo (Fig. 2, D) tiren hacia fuera, hacia el perímetro del cromatóforo, expandiendo el saco de pigmento central (Fig. 2, A). Los primeros trabajos morfológicos y fisiológicos de Florey (1969) mostraron que los músculos radiales ensanchan el saco pigmentario con el aumento de la frecuencia de la actividad eléctrica del nervio. Se cree que los músculos radiales están conectados entre sí por medio de uniones en hendidura (Florey, 1969), de modo que “dilatan” el cromatóforo de forma simétrica. Se cree que las propiedades elastoméricas de la membrana que rodea los gránulos de pigmento, el sáculo citoeslástico (Fig. 2, C), son las responsables de la contracción del cromatóforo después de su apertura (Florey, 1969). Los cromatóforos pueden abrirse rápidamente porque están controlados neuralmente: los calamares, las sepias y los pulpos pueden cambiar de color en milisegundos (Hanlon, 2007).
Animal pulpo
El pulpo es un molusco marino y miembro de la clase Cephalopoda, más comúnmente llamada cefalópodos. Cephalopoda significa “cabeza-pie” en griego, y en esta clase de organismos, la cabeza y los pies están fusionados. Un anillo de ocho brazos igualmente largos rodea la cabeza. Utilizan los brazos para “caminar” por el fondo marino. La parte inferior de los brazos está cubierta de ventosas muy sensibles al tacto y al gusto. El cuerpo, en forma de saco, está encaramado a la cabeza, que tiene dos ojos complejos y sensibles, mientras que la boca está en la parte inferior. Los pulpos tienen un duro pico que utilizan para perforar el caparazón de sus presas crustáceas.
Los pulpos tienen tres corazones funcionales. Dos de los corazones trabajan exclusivamente para mover la sangre hacia las branquias, mientras que el tercero bombea la sangre por el resto del cuerpo. En lugar de una sangre basada en el hierro, su sangre está basada en el cobre, que es más eficiente en el transporte de oxígeno a bajas temperaturas y hace que su sangre sea de color azul.
Los pulpos son criaturas solitarias excelentes para camuflarse y ocultarse. Tienen un 90% de músculos y, al carecer de huesos, pueden pasar por espacios muy pequeños. Su piel contiene unas células llamadas cromatóforos que permiten al pulpo cambiar de color y de dibujo. Se cree que son bastante inteligentes, capaces de aprender, utilizar herramientas y recordar lugares.
Datos sobre el camuflaje del pulpo
No es ningún secreto que los pulpos son los maestros del camuflaje en el océano, pero el pulpo de arena del sur (Octopus kaurna), que se encuentra en la costa meridional de Australia, tiene un truco que deja fuera de juego a todos los demás cefalópodos.
Como un pequeño mago molusco, se esconde desapareciendo rápidamente bajo la arena. Por supuesto, sabemos que otras especies de pulpo pueden enterrarse, pero la técnica del Octopus kaurna es única, ¡y ahora ha sido captada en cámara por primera vez!
El pulpo utiliza su embudo (o sifón) para lanzar chorros de agua a la arena que tiene debajo, lo que crea arenas movedizas. A continuación, excava con sus brazos y su manto hasta 20 centímetros en el fondo marino, donde construye una pequeña madriguera para sí mismo, segregando mucosidad para reforzar las paredes. Como remate, empuja dos de sus brazos hacia la superficie para crear una especie de “chimenea” por la que respirar.
Otros pulpos pueden esconderse en la arena, pero se ven obligados a permanecer cerca de la superficie y deben mantener sus embudos expuestos para poder respirar. El pulpo de arena del sur los supera a todos. “Es el primer cefalópodo conocido que hace una madriguera”, afirma Jasper Montana, de la Universidad de Melbourne, que descubrió este comportamiento durante una inmersión en 2008.