Animal jaguar negro
El tapir es uno de los mamíferos más emblemáticos de Mesoamérica, pero al igual que otros animales de gran tamaño, se enfrenta a un creciente riesgo de extinción debido principalmente a la pérdida de hábitat y a la caza localizada. La baja tasa de reproducción de la especie la hace más vulnerable a estas amenazas. La población del tapir de Baird ha disminuido en más de un 50% en las últimas tres décadas, lo que hace que esté en peligro de extinción según la Lista Roja de la UICN. Sin embargo, hay una escasez de datos básicos de biología de la población que capten los cambios locales observados empíricamente.
Nuestro proyecto aumentará la capacidad de conservación de los Guna y reforzará su papel en la toma de decisiones y la operatividad medioambiental. Los resultados de la investigación orientarán las medidas de mitigación a seguir y aplicar las mejores prácticas de gestión para mejorar la conectividad del hábitat y la conservación de las especies.
El área de estudio abarca actualmente más de 1.000 km2, que incluye el límite norte del Valle del Mamoní, el territorio Nargana – Guna Yala y la sección este del Parque Nacional Chagres en Panamá. Estamos examinando cómo la naturaleza de los elementos del paisaje que intervienen influye en la ocupación y dispersión de los jaguares. Nuestro programa está determinando la densidad de jaguares a través de diferentes sistemas de paisaje. Además, estamos estableciendo si el área de estudio soporta amplias poblaciones de presas de jaguar (es decir, pecarí de labios blancos, pecarí de collar, tapir).
Población de jaguares negros
El Bosque de Protección de Palo Seco forma una zona de amortiguación para el Parque Internacional La Amistad. Se extiende en la vertiente caribeña de Bocas del Toro desde la cabecera del río Yorkín hacia el este hasta la cabecera del río Guaviviara, protegiendo los cursos medios de los ríos Teribe y Changuinola y las cabeceras de los ríos Riaco, Uyama, Róbalo y Guarumo. Entre los ríos Riaco y Guaviviara, el límite sigue la curva de nivel de 200 m. La reserva se extiende hacia el interior hasta el límite con La Amistad y la divisoria continental, y en su extremo oriental es contigua a la Reserva Forestal de Fortuna. El punto más bajo (40 m) se encuentra en el valle del río Changuinola, mientras que el punto más alto está en el Cerro Azul (2.300 m) en la unión con La Amistad en la divisoria continental. La mayor parte de Palo Seco se encuentra por debajo de los 800 m. Sólo hay algunas zonas de fácil acceso: los valles de Teribe y Changuinola, el Valle de Risco (aunque esta zona está muy deforestada) y a lo largo de la carretera del Oleoducto entre la provincia de Chiriquí y la ciudad de Chiriquí Grande en Bocas del Toro.
¿Son raros los jaguares negros?
La riqueza ecológica de este país se debe a la actividad volcánica que tuvo lugar hace más de 3 millones de años, cuando surgió el Istmo de Panamá y Centroamérica. Esto formó un puente terrestre entre América del Sur y América Central que, en los milenios siguientes, han utilizado criaturas de todo tipo para migrar del norte al sur y viceversa.
Panamá es una tierra de jaguares, pumas, ocelotes, ballenas y tiburones… una tierra en la que se pueden encontrar animales con nombres fabulosos, como el armadillo de nueve bandas, el quetzal resplandeciente y la rana arlequín limosa… un lugar en el que los murciélagos comen peces y las ranas son venenosas…
Era un coatí, un miembro de la familia de los mapaches. Nunca me gusta acercarme demasiado a los animales salvajes y tengo un sano respeto por su espacio, pero no pareció importarle mi presencia cuando me quedé allí, en silencio, observando cómo husmeaba en la hojarasca, escarbando en busca de larvas y otros sabrosos bocados.
Si no se hubiera movido, no lo habría visto. Probablemente lo habría confundido con un nido de pájaros. Pero ahí estaba, bajando de un árbol, probablemente de camino a responder a su llamada semanal de la naturaleza en el suelo del bosque.
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Skip to main contentAhorre un 20% en suscripcionesSuscríbaseEl jaguar es uno de los grandes mamíferos que están bajo estrés porque el corredor de vida silvestre de Centroamérica se ha fragmentado. Crédito: Eduardo Estrada, Fotógrafo de Vida Silvestre y ConservaciónPublicidad
La expansión de las poblaciones humanas ha dejado aislados en todo Panamá a animales como el pecarí de labios blancos, el jaguar, el oso hormiguero gigante, el venado de cola blanca y el tapir, según un estudio publicado recientemente en Conservation Biology. El país representa la porción más estrecha de un sistema de áreas protegidas y corredores de conexión que se extienden a lo largo de Centroamérica y parte de México, conocido como el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).
Para evaluar la salud del corredor, el documento se centró en nueve especies de mamíferos terrestres de tamaño medio-grande y determinó su conectividad, definida como la distribución actual de las poblaciones en diferentes hábitats, el movimiento entre hábitats y la capacidad de cruzarse. El estudio determinó que los pumas, los ciervos, los ocelotes y los pecaríes de collar, que son más adaptables, estaban presentes en más territorios, pero también se vieron afectados por la fragmentación del hábitat que se produce en Panamá. “Los resultados sugieren fuertemente que el puente [a través de Panamá] está roto”, dice la ecóloga Ninon Meyer, que fue la autora principal del estudio y recientemente recibió su doctorado en el Colegio de la Frontera Sur en México. “Hasta hace unas décadas, muchas de estas especies de grandes mamíferos seguían estando presentes de forma continua en todo el istmo”, afirma.