Cómo se comunican los lobos
La próxima vez que salga a esquiar por la zona salvaje de Lee Metcalf, escale un pico remoto o vaya de mochilero por los Taylor Hilgards, busque huellas de lobo y escuche los inconfundibles aullidos de los lobos de Montana. No cabe duda de que están ahí fuera.
Aunque es posible que nunca vea un lobo en la naturaleza, hay muchas probabilidades de que un lobo le huela, vea o escuche mientras pisa el bosque. El mejor lugar para ver un lobo es desde la seguridad de su vehículo mientras recorre el Parque Nacional de Yellowstone.
Si ve uno, recuerde que los lobos son animales salvajes y no debe acercarse a ellos. Nunca. Si quiere ver un lobo en persona de forma segura, visite el Grizzly and Wolf Discovery Center en West Yellowstone para ver de cerca a estas increíbles criaturas.
Lenguaje corporal del lobo
Lo crea o no, al igual que los humanos, una gran parte de la comunicación entre lobos es no verbal. Por ejemplo, los lobos se miran a los ojos (como los humanos) cuando comunican un saludo, comportamientos de dominación y otros gestos sociales. Además, los lobos utilizan habitualmente posturas faciales para comunicarse entre sí. Entre los métodos más obvios de comunicación no verbal está la posición de la cola, que se utiliza para comunicar la posición de un lobo dentro de la jerarquía de la manada en comparación con otros miembros. Los lobos que llevan la cola erguida muestran dominancia, mientras que el comportamiento sumiso se manifiesta con colas que apuntan hacia abajo o se meten debajo del cuerpo.
Además de la comunicación no verbal, los lobos también utilizan su increíble sentido del olfato para comunicarse. Los lobos utilizan la orina y el excremento para marcar su territorio a los lobos extranjeros. Curiosamente, los lobos utilizan su sentido del olfato para comunicarse mediante mensajes químicos. Estos mensajes químicos entre lobos no sólo son capaces de comunicar los ciclos hormonales para la reproducción, sino también las emociones (excitación, miedo, agresividad) de lobos desconocidos, e incluso el nivel de parentesco.
Comentarios
¿Ha visto a los perros saltar para saludar a sus dueños, ladrar a los extraños o darse la vuelta cuando se acerca otro perro? Entonces ya sabe algo sobre cómo se comunican los lobos. Los perros heredaron la mayor parte de su lenguaje de sus antepasados, los lobos.
Muchos de nosotros pensamos que la comunicación sólo consiste en hablar o escribirse. Esas son dos formas en las que los humanos comparten información cada día. ¿Cómo “conversan” los lobos? Aunque no pueden hablar ni escribir, los lobos se comunican eficazmente de varias maneras.
El macho y la hembra dominantes están a cargo de la manada. Para comunicar su dominio, llevan la cola en alto y se mantienen erguidos. Los lobos menos dominantes muestran un comportamiento sumiso manteniendo la cola baja y a menudo bajan el cuerpo mientras dan zarpazos a los lobos de mayor rango.
Hay dos niveles de comportamiento sumiso: activo y pasivo. La sumisión activa es una actividad de contacto en la que los signos de inferioridad son evidentes, como agacharse, lamerse el hocico y meter la cola. Los comportamientos típicos de la sumisión activa son utilizados por primera vez por los cachorros para provocar la regurgitación en los adultos. Estos comportamientos son conservados en la edad adulta por los lobos subordinados, donde funcionan como un gesto de intimidad y de aceptación de la diferenciación de los roles de los lobos que intervienen.
¿Qué comen los lobos?
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Tamaño medio del territorio de las poblaciones de lobos norteamericanos que utilizan diferentes presas primarias. Tabla reproducida como un subconjunto de la tabla 6.3 de Fuller et al. 2003, con equivalencias aproximadas en millas cuadradas. Los estudios incluidos fueron elegidos para ilustrar la diversidad en el tamaño del área de distribución y demostrar el patrón de variación observado en relación con el tipo de presa.
*Nótese que Isle Royale, Michigan, es una pequeña isla situada en el noroeste del Lago Superior. La estimación del área de distribución más pequeña, fuera de la isla, para las poblaciones que se alimentan principalmente de alces, reportada por Fuller et al. 2003, fue de 250 km2 (estudio de Bergerud et al. 1983). Véase Fuller et al. 2003 para las referencias completas.
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