Enviar comentarios
Poderoso y majestuoso, el rey de las fieras no tiene depredadores naturales. Pero, de forma impensable, el número de leones africanos ha caído en picado en más de un 40% en las últimas tres generaciones, debido a la pérdida de espacio vital y al conflicto con las personas.
Los leones son mamíferos y los más sociables de todos los grandes felinos. Viven en grupos llamados manadas, que suelen estar formados por hembras emparentadas y sus cachorros. Los machos dominantes, con sus crines onduladas (signo de virilidad), luchan por mantener los derechos de reproducción.
Los leones no están actualmente en peligro de extinción en África. Sin embargo, tres cuartas partes de sus poblaciones están en declive. Las principales amenazas para los leones africanos son los conflictos entre el hombre y la fauna silvestre y la disminución de las presas naturales, así como la pérdida de hábitat, el cambio climático y el comercio de fauna silvestre. Con unos 23.000 leones africanos en libertad, ahora están oficialmente clasificados como “vulnerables”.
“Ver leones en la naturaleza me fue esquivo durante mucho tiempo, pero cuando finalmente los vi fue una experiencia increíble. En un safari matutino en el Parque Nacional de Ruaha, en Tanzania, descubrimos a una leona dormitando suavemente en la orilla del río. Nos sentamos a observarla, solos nosotros y ella. Entonces, mientras la cola de la leona se agitaba suavemente, se oyó el inconfundible rugido de otro león en la distancia. Por desgracia, la existencia del león no siempre es tan pacífica. Las personas y los leones que intentan coexistir en hábitats sometidos a una presión creciente entran cada vez más en conflicto. Con nuestros socios, estamos trabajando duro para resolver estos retos y ofrecer soluciones que funcionen para las personas y para una de las especies más emblemáticas de África”.
Impacto humano en los leones
Comen muchos tipos de animales diferentes, conocidos como presas. Los leones pueden comer MUCHO. Los leones machos comen una media de 7 kg de comida al día y las leonas 4,5 kg. Ambos son capaces de comer hasta el 15% de su peso corporal en una sola comida. Para un macho, esto equivale a 70 latas de comida para gatos. Los leones son conocidos por su avidez y cazan animales incluso cuando no tienen hambre. Cuando se alimenta de una jugosa cebra, si se acerca otro animal, el león suele olvidarse de esa presa en su afán por conseguir más comida.
Los leones no pueden correr muy rápido. Con una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora, en comparación con los 97 km/h de un guepardo, son bastante lentos. Además, no pueden correr durante mucho tiempo sin quedarse sin aliento. Por ello, los leones tienen que ser cazadores inteligentes. Acechando a su presa, son capaces de acercarse lo máximo posible antes de que comience la persecución. Muy lentamente, agachados cerca del suelo, los leones se acercan a sus víctimas lo más posible. Asegurándose de que no han sido vistos ni oídos, pueden saltar sobre un animal muy rápidamente, tomándolo por sorpresa.
Datos interesantes sobre los leones
No hay sonido más característico y escalofriante que el de un león rugiendo en la noche, informando a todos los que pueden oírlo de que son huéspedes en su reino. Estas majestuosas y regias criaturas atraen a viajeros de todo el mundo a los parques de caza de África, como el Parque Nacional de Hwange, en Zimbabue, y el Parque Nacional de Chobe, en Botsuana, y suelen encabezar sus listas de visitas obligadas.
Un encuentro con un león en la naturaleza es algo que nunca olvidará. Avistar a una de estas bellas bestias en un vehículo de safari abierto es un duro recordatorio de su propia mortalidad, sabiendo que un movimiento en falso podría hacer que la bestia atacara y, con un golpe de su garra o el aplastamiento de su mandíbula, causara graves daños si así lo deseara. Aunque parece que este depredador supremo no debería tener nada que temer, por desgracia su número está disminuyendo rápidamente y somos nosotros su mayor y única amenaza… y su potencial salvador.
En las últimas dos décadas, el número de leones salvajes en África ha caído en picado en aproximadamente un 40%. Algunas estimaciones sitúan el número actual en 20.000 ejemplares en el sur de África, mientras que otras más conservadoras calculan que el número se acerca a los 12.000 ejemplares. Los leones están clasificados como vulnerables en la Lista Roja de la UICN. Hace un siglo había unos 200 000 leones, pero ahora sólo queda una décima parte. ¿Qué ha provocado un declive tan devastador?
Qué se está haciendo para proteger a los leones
En Zambia, el valle de Luangwa y Kafue son dos importantes zonas de vida salvaje. Ambas albergan poblaciones de leones y leopardos que están genéticamente vinculadas a las de los países vecinos. Tienen un gran valor de conservación y son también cruciales para la industria turística de Zambia.
Fue aquí donde Paula White, directora del Proyecto León de Zambia de la Universidad de California (EE.UU.), notó algo extraño mientras investigaba la conservación de los carnívoros. Al observar los cráneos de leones y leopardos para estimar la edad de los animales, vio marcas de desgaste no naturales en los dientes de estos grandes felinos. Esto se debía a que mordían y tiraban del alambre de las trampas para liberarse. Además, muchos de los leones tenían viejos perdigones incrustados en el cráneo. Habían sobrevivido a estas heridas, pero ¿cuántos animales más no lo habían hecho?
Detrás de la amenaza a los leones y leopardos hay complejas cuestiones sociales y económicas. La gente se desplaza allí donde hay oportunidades de ganarse la vida, por ejemplo, con el turismo de naturaleza y la actividad económica asociada. Esto puede hacer que entren en conflicto con los animales. Algunas personas ponen trampas porque necesitan comida, no necesariamente para capturar carnívoros. Y pueden disparar escopetas para ahuyentar a los depredadores, no para matarlos.