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Orangután, gorila, chimpancé, bonobo y humano. Estos son los cinco grandes primates, que se definen así porque no tienen cola y están un poco por delante de sus primos los monos en la escala evolutiva. Popularmente se llama monos a todos los primates, pero la verdad es que los monos son los que tienen cola. África fue el lugar donde aparecieron los primeros primates sin cola. El orangután apareció hace entre 12 y 15 millones de años, y después vinieron los gorilas (8 a 9 millones) y los humanos (7 millones). Los chimpancés y los bonobos debieron aparecer hace 5 o 6 millones de años.

Todos ellos pertenecen al grupo de los antropodos, pero los chimpancés son los que más se parecen a los humanos. Compartimos el 99,4% de su ADN, según las investigaciones coordinadas por el biólogo Morris Goodman, de la Universidad Estatal de Wayne, en Detroit (EEUU). Considerando esa diferencia genética tan pequeña, Morris cree que el chimpancé debería ser incluido en el género humano, pasando de Pan troglodytes a Homo troglodytes, definiéndolos como seres humanos.

Pan troglodytes

Los cazadores matan a los primates para alimentarse y vender la carne; los comerciantes los capturan para venderlos vivos; y los madereros, agricultores y promotores inmobiliarios destruyen su hábitat. Una de las especies, el colobo rojo de Waldron de Costa de Marfil y Ghana, ya se teme que se haya extinguido, mientras que el langur de cabeza dorada de Vietnam y el gibón de Hainan de China sólo se cuentan por docenas. El loris delgado de las llanuras de Horton, en Sri Lanka, ha sido visto sólo cuatro veces desde 1937.

Como “especies emblemáticas” y nuestros parientes vivos más cercanos, los primates no humanos son importantes para la salud de los ecosistemas que los rodean. Mediante la dispersión de semillas y otras interacciones con su entorno, los primates ayudan a mantener una amplia gama de vida vegetal y animal que conforma los bosques de la Tierra.

La lista de los 25 primates más amenazados del mundo, elaborada en el 21º Congreso de la Sociedad Internacional de Primatología celebrado en Entebbe (Uganda), es la continuación de evaluaciones similares realizadas en 2000, 2002 y 2004. Ocho de los primates incluidos en la última lista, entre ellos el orangután de Sumatra de Indonesia y el gorila del río Cross de Camerún y Nigeria, son “cuatro perdedores” que también aparecieron en las tres listas anteriores. Otras seis especies figuran en la lista por primera vez, entre ellas un tarsero indonesio recientemente descubierto que aún no ha recibido un nombre oficial.

Primate中文

Muchas poblaciones y especies de primates están en peligro crítico. Sin embargo, ¿las tendencias de la deforestación, el cambio climático, la caza de animales silvestres y las enfermedades sólo nos proporcionan desesperación, o hay una base para la esperanza?

Aunque la ralentización de los índices de pérdida de hábitat es un signo alentador para la conservación de los primates, la deforestación sigue produciéndose a un ritmo alarmante, por lo que hay que hacer grandes esfuerzos para promover la conservación y regeneración de los bosques. Afirmamos esto tanto por el impacto directo de cualquier pérdida de hábitat en las poblaciones de primates como por el modo en que afecta indirectamente a los primates al interactuar con otros factores de cambio poblacional. Por ejemplo, se calcula que la deforestación y otros cambios en el uso del suelo han liberado 150.000 millones de toneladas métricas de carbono a la atmósfera desde 1850, aproximadamente una quinta parte del carbono total de la atmósfera (Houghton 2003). En la actualidad, la deforestación representa aproximadamente el 18% de las emisiones mundiales de carbono, lo que supone la tercera fuente de emisiones (IPCC 2007, Keith et al. 2009), y es este dióxido de carbono uno de los principales impulsores de los cambios climáticos. Se prevé que el cambio climático tenga fuertes efectos negativos sobre algunas especies de primates (véase más adelante).

Primer primate

Brasil es el arquitecto de su propio destino, para bien o para mal, pero por ahora, Mittermeier cree que se inclinará hacia lo bueno. “Es el país en el que tenemos más probabilidades de conservar todas las especies y subespecies conocidas en el próximo siglo”, afirma.El futuro de la RDC es muy inciertoGorilas, chimpancés, monos y los más adorables de los adorables (aunque un poco asquerosos), los bushbabies, llaman a la República Democrática del Congo su hogar, al igual que una de las poblaciones humanas de más rápido crecimiento del mundo. Las selvas montañosas de esta gran nación centroafricana son exuberantes, pero la corrupción gubernamental desenfrenada y la miríada de facciones beligerantes son igual de densas. En conjunto, estos factores hacen de la RDC el país más preocupante de los Cuatro Grandes.