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Planeta TierraCanibalismo sexual: Por qué las hembras a veces se comen a sus compañeros después del sexoSe han observado especies, desde mantis religiosas hasta serpientes, que practican el canibalismo sexual. Como la mayoría de las cosas en la naturaleza, hay una razón detrás de este comportamiento.Por Nathaniel Scharping21 jun, 2021 3:47 PM(Crédito: Warren Parker/Shutterstock)
Boletín de noticiasSuscríbete a nuestro boletín de noticias por correo electrónico para recibir las últimas noticias científicasSign Up Las arañas lo hacen. Las serpientes lo hacen. Los humanos, por suerte, no lo hacen. Sí, nos referimos al canibalismo sexual, la espantosa y sorprendentemente común práctica de comerse a la pareja después de la procreación. El ejemplo más conocido podría ser el de las mantis religiosas, donde las hembras suelen arrancar las cabezas de sus compañeros después del apareamiento. Esta práctica aparece en
¿Por qué las mantis hembras se comen la cabeza de los machos?
La mantis religiosa hembra es conocida por su comportamiento de apareamiento caníbal: arranca la cabeza o las patas de su compañero y se las come. Este comportamiento, que se produce en menos del 30% de las sesiones de apareamiento en la naturaleza, puede tener ventajas evolutivas para la especie de mantis religiosa.
Los rumores sobre las tendencias caníbales de la mantis religiosa comenzaron cuando los científicos observaron su comportamiento de apareamiento en un entorno de laboratorio. Los entomólogos ofrecían una pareja potencial a una hembra cautiva; después del apareamiento, la hembra mordía la cabeza o las patas del macho más pequeño. Durante mucho tiempo, estas observaciones de laboratorio se consideraron una prueba de los hábitos de apareamiento en el mundo de los mántidos.
Sin embargo, cuando los científicos empezaron a observar el apareamiento de las mantis religiosas en un entorno natural, el comportamiento cambió. Según la mayoría de las estimaciones, el canibalismo sexual de las hembras de mantis religiosa se produce menos del 30% de las veces fuera del laboratorio.
Si se les da a elegir entre las hembras, los machos de mantis religiosa se acercarán a las hembras que consideren menos agresivas (es decir, a las que no acaban de ver comerse a otro macho) con más frecuencia que a las hembras más agresivas.
¿Puede la mantis macho sobrevivir al apareamiento?
Las mantis religiosas hembras son famosas por atacar y canibalizar a sus compañeros durante o después de un encuentro sexual, pero cada vez hay más pruebas de que algunos machos también atacan, y que ganar una pelea es crucial para el éxito del apareamiento.
El canibalismo sexual es común entre las mantis religiosas. Normalmente, la hembra es la agresora, lo que anima a los machos a acercarse a la hembra con cuidado y cautela cuando se aparean. Pero Nathan Burke y Gregory Holwell, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), afirman que algunos machos de mantis religiosa se lanzan al ataque. Luchan y a veces hieren gravemente a las hembras en un intento de aparearse y evitar ser devoradas.
Los dos investigadores estudiaron en el laboratorio a 52 parejas de Miomantis caffra, conocida comúnmente como mantis de primavera, durante 24 horas. Durante las primeras 12 horas, observaron cuidadosamente a los insectos para ver qué parejas luchaban y qué miembro de cada pareja “ganaba” la pelea. Más de la mitad de las parejas de mantis religiosa tuvieron una pelea en las primeras 12 horas.Publicidad
“Estas luchas fueron siempre iniciadas por los machos e implicaban combates violentos en los que cada sexo trataba de ser el primero en inmovilizar al otro”, dice Burke. Él y Holwell creen que los machos intentaban utilizar la fuerza para animar a las hembras a aparearse.
La mantis religiosa macho escapa de la hembra
Las mantis religiosas hembras son conocidas por comerse a sus compañeros, pero ¿cuál es la ventaja evolutiva de esta práctica? Esta serie de imágenes está tomada de una película rodada para Evolution: “¿Por qué el sexo?” Representa a dos mantis que se aparean, tras lo cual la hembra consume al macho.
No es cierto, como mucha gente piensa, que las hembras de mantis religiosa siempre devoren a sus parejas. Sólo unas pocas de las 180 especies de mantis se dedican a esta impactante práctica, y no siempre en condiciones naturales. Sin embargo, el canibalismo sexual es tan común entre las mantis y otras criaturas (incluyendo algunas arañas, escorpiones, grillos, saltamontes y escarabajos) que los teóricos de la evolución se ven obligados a explicarlo. Al fin y al cabo, es difícil ver qué ventaja evolutiva podría ofrecer este sacrificio final, especialmente para los machos comensales.
Se podría argumentar que el acto reproductivo y el comer del macho podrían no tener nada que ver. Algunos biólogos dicen que se trata simplemente de hambre: Las hembras, que son mucho más grandes, pueden ser incapaces de resistirse a una comida de macho tan tentadora y tan vulnerable. Y efectivamente, los investigadores han demostrado que las hembras de mantis bien alimentadas se abstenían de practicar el canibalismo, mientras que las privadas de alimento se comían a cualquier macho a la vista, hubiera o no apareamiento.